Para evitar caer en eso que un buen amigo nuestro -actualmente un poco ofendido con nosotros- llama "las certezas culturales de los españoles", no solemos comentar actividades que hemos realizado. No obstante, el caso de la representación de Danza Cienfuegos en Quetzaltenango merece, sin duda, una excepción.
Verán, desde hace años hemos querido hacer actividades en Xela. Hay un montón de razones perfectamente lógicas para ello (es la segunda ciudad del país, un centro universitario que congrega gran cantidad de personas jóvenes, tiene una notable tradición cultural y, hasta hace poco, no contaba con una programación cultural acorde con sus necesidades), pero, no nos engañemos, siempre hemos sentido una atracción sentimental por la capital altense. No es que se nos llenen de lágrimas escuchando "Luna de Xelajú" (que por otra parte, en determinadas circunstancias nocturnas y dionisiacas es una de nuestras canciones favoritas), pero deben imaginar nuestra reacción la primera vez que caminamos por sus calles jalonadas de edificios enormes, neoclásicos, centroeuropeos. Con su maravilloso teatro municipal, absolutamente italianizante, concrección de toda una forma de pensar y ver la vida...en resumen, un pequeño Manaus en Guatemala. ¿Cómo no caer en la tentación de realizar actividades culturales alli?
Hace unos meses se dieron las circunstancias adecuadas: el Programa de Patrimonio de la Cooperación Española, mediante su escuela-taller, acababa de remozar el antiguo Palacio del Gobernador, ex casa de Estrada Cabrera. Este sólido edificio decimonónico, de siniestro pasado, situado en el Parque Central, fue convertido (en una decisión valiente) en centro cultural. Siguiendo una filosofía (a nuestro parecer modélica) de descentralización cultural, el Consejo de la Cultura local le ha dotado de una considerable autonomía. Su nombre es Casa Noj´-apelativon que ha levantado no pocas ampollas en sectores tradicionalistas, que insistían en la vinculación con Estrada Cabrera; menos mal que se impuso la cordura: ¿se imaginan un centro cultural con el nombre de un tirano?- y ha establecido una programación estable que es llevada a cabo por un equipo de gente jóven y dinámica, en su mayoría entusiastas voluntarios.
Contando con una contraparte adecuada, pudimos, por fin, comenzar a plantear actividades: un concierto de jazz, la exposición de diseño gráfico contemporáneo que se inaugurará el próximo diecinueve de julio y, el domingo seis pasado, la función "Cisnes Negros" de danza contemporánea a cargo del grupo español Danza Cienfuegos.
Los espectáculos de danza contemporánea son siempre una incógnita. Personalmente, nos sucede lo mismo que con el vino: cuanto más pruebas, más elementos de juicio acumulas y, por lo tanto, más te va gustando. Pero para un público novato en estas lides, la experiencia puede ser contradictoria. Además, "Cisnes Negros" es un formato largo, de 65 minutos -algo relativamente inusual en esta disciplina- y su línea argumental no plantea un desarrollo lineal, lo cual obliga a un esfuerzo adicional por parte del espectador. Y esto por no hablar del tour de force (si, nos encantan los galicismos) logístico que supuso el traslado de todo el material necesario: el Teatro Municipal, a pesar de los esfuerzos de sus responsables, no cuenta con el equipo técnico mínimo para montar obras de una cierta envergadura, lo que nos supuso fletar un camión lleno de focos, recortes, mesas y máquinas de humo; alquilar un linóleo de danza a una ocupadísima Fundación Paiz -que generosamente nos hizo un precio cómodo, como se suele decir-; llevar técnicos especializados y arriesgar la integridad física de los artistas conduciéndolos por esa orgía de camiones cañeros y asfalto erosionado en que se ha convertido la antaño magnífica Carretera del Pacífico.
Hay que remarcar el esfuerzo de las contrapartes locales: los técnicos del teatro, que se quedaron hasta altas horas de la noche descargando y montando; la organización, impecable, realizada por Casa Noj´; el apoyo del Consejo Cultural y de la Municipalidad de Guatemala, por no hablar de la cobertura de los medios de comunicación locales. Y, por supuesto, la respuesta del público: en Ciudad de Guatemala cuesta llenar un espacio de 350 butacas -aunque la función sea gratuita o se proporcione un autobús para llegar hasta el lugar de representación). En Quetzaltenango, en cambio, Casa Noj´repartió un millar de boletos; el Teatro llenó todas los asientos y el comportamiento de esas 850 personas, con un porcentaje altísimo de niños (un domingo, a las cinco de la tarde,los pequeños se apuntan a todo) fue sencillamente excelente.
SI por el hecho de que las artistas bailasen semidesnudas temíamos que algunas personas se ofendieran, se demostró nuestra excesiva temerosidad: era la primera vez que en el Teatro Municipal -comentaba divertida una anciana señora después de la función- se veía el pecho desnudo de una mujer. A nadie le importó y todo el mundo permaneció clavado en su asiento hasta que se cerró el telón.
Así que estamos contentos (y cansados); a partir del mes que viene comenzaremos a proyectar ciclos de cine estables e inauguraremos los cursos de formación en gestión cultural, apoyando a Casa Noj`en todo lo que podamos: así descentralizamos y nos daremos el gustazo de visitar más a menudo esta ciudad maravillosa...algo que, fervientemente, les recomendamos!
miércoles, 9 de julio de 2008
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1 comentario:
Me animo a abrir el primer comentario de una serie de entradas no comentadas con el riesgo de rebajar el nivel cultural del blog... No soy literata experimentada, solamente quería felicitarlos por reabrir el blog, enhorabuena! para los que disfrutamos de la verba de Don Jorge y esperamos la programación "comentada" con ansias, es una excelente oportunidad para satisfacer nuestra sed, cómo llamarla... ¿literaria? y por supuesto, visitaremos el blog con asiduidad. Aunque no existan muchos comentarios, habemos quienes leemos y disfrutamos de su pluma... y los exhortamos a continuar alimentándolo!
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