martes, 30 de junio de 2009

Buena acogida para "Las Profanas"

"Las Profanas", obra resultante del I Laboratorio de Creación Escénica, ha sido acogida con calidez por parte de público y crítica... La representación estará en cartel todos los fines de semana hasta el 19 de julio en el Teatro Bellas Artes (15 calle y Avenida Elena, zona 1).

Ahí van las primeras reacciones aparecidas en los medios:

Reseña de Oswaldo J. Hernández en El Periódico (publicada el viernes 26 de junio):

www.elperiodico.com.gt/es/20090626/cultura/105118/

Entrevista al dramaturgo Marco Canale y crítica de Rodolfo Arévalo en el Diario de Centroamérica (publicadas el lunes 22 de junio):

www.dca.gob.gt/cultura.html

http://www.deguate.com/artman/publish/cultura-actualidad-guatemala/a-proposito-de-la-obra-una-entrevista-con-marco-canale.shtml

Entrevista de José Luis Escobar a Luis Carlos Pineda en el Magacín de Siglo XXI (publicada el domingo 21 de junio):

http://magacin-gt.blogspot.com/2009/06/siempre-he-sido-un-cinico.html

lunes, 22 de junio de 2009

Maratón de documental

“Hacer un plano ya es estar en el corazón del acto cinematográfico, descubrir que en el acto bruto de captar un minuto del mundo está toda la potencia del cine y, sobre todo, comprender de resultas que el mundo es siempre sorprendente, nunca es del todo como uno lo espera o lo prevé, que a menudo tiene más imaginación que aquél que filma, y que el cine siempre es más fuerte que aquél que lo hace.”

Alain Bergala.

Entre el 5 y el 8 de junio pasados se celebró, por primera vez en Guatemala, un maratón de producción documental en las instalaciones del CCE/G, organizado por el equipo del Noticiero Intercultural ( http://vimeo.com/acsurnic ), integrado por ACSUR-LAS SEGOVIAS, AMUTED (Asociación Mujer Tejedora del Desarrollo) y Defensoría Maya, que a lo largo del último año y medio ha desarrollado 9 talleres de documental social en el marco de los cuales los alumnos/as –principalmente jóvenes que trabajan en organizaciones sociales de Guatemala– produjeron sendas películas.

El “maratón” se propuso como una forma de encuentro con sentido lúdico entre realizadores y organizaciones sociales con la intención de reflexionar sobre el cine documental a partir de una experiencia y un intercambio tangibles.

El proceso de un maratón como éste consiste en improvisar, a partir de unas palabras comunes para todos, varios cortos documentales en un tiempo muy limitado –en nuestro caso, unas 20 horas (10 de grabación y 10 de edición)– para terminar viendo los resultados en pantalla grande casi instantáneamente y deleitarse con los diferentes puntos de vista por los que cada grupo decidió apostar. Es un ejercicio minimalista pero que invita a hacer aflorar una mirada puramente cinematográfica y permite dar cuenta de que la obra en definitiva es una cuestión de la actitud de quien filma.

El viernes se presentaron los/as participantes. Los dividimos en 6 grupos mixtos (realizadores/trabajadores de organizaciones) y, con la ayuda de Rosina Cazali, les anunciamos las palabras, a modo de “pie”, a partir de las cuales tendrían que trabajar: “Vivir aquí.” Algo suficientemente abierto y sugerente para abordar la realidad desde múltiples temáticas y estilos. El resto del día lo tuvieron libre para conocerse y dejarse llevar por la realidad de Guate.

El sábado fue el día de rodaje, para el que tenían una importante limitación: no podrían grabar más de 30 minutos de cinta. Algunos de los participantes alegaron que eso era insuficiente e incluso alguno llegó a afirmar que con ese tiempo de grabación y en tan sólo dos días no se puede aspirar a hacer nada bueno. Creo que no es cierto. Los buenos cineastas son los que no se equivocan de película en relación a las condiciones reales de producción. Y estoy absolutamente de acuerdo con lo que dice Alain Bergala: “en el acto bruto de captar un minuto del mundo está toda la potencia del cine”. En realidad, para el juego que propusimos, la limitación del tiempo es una estrategia creativa que debería entenderse como una ayuda más que un obstáculo. En el ámbito del documental, al menos al nivel de lo que la mayoría entiende por documental, a menudo es muy complicado hacer ver que, en muchas ocasiones, menos es más.

El domingo 7 fue el día de montaje o edición, que se realizó en el espacio de la Taberna Literaria del CCE/G, con el apoyo del fantástico equipo de la productora JVNEWS, compuesto por el realizador José Vásquez, el asistente técnico César Sosa y el asistente de edición Elvis Vásquez. Tres profesionales como la copa de un pino, que además son las únicas personas en Guatemala que alquilan Macs con Final Cut Pro instalado.

En mis talleres suelo decir que el programa de edición es como una cocina, con nuestra despensa llena de ingredientes, nuestra maderita para cortar, la olla y la sartén… así que no pude evitar ir curioseando de grupo en grupo a ver qué se estaba cociendo. El ambiente de trabajo fue muy bueno, muy serio, y los intercambios de pareceres bastante enriquecedores.

Felizmente no hubo ningún contratiempo importante y el domingo por la noche ya teníamos los 6 masters correspondientes a las 6 películas que se habían producido.

El último día, el lunes, proyectamos las películas en pantalla grande y entregamos a los/as participantes un reconocimiento, una estatuilla con la forma del nahual del “kabawil”, que fue el emblema del encuentro.

Además, como estamos convencidos de que la crítica y el debate son partes indispensables del proceso de creación, antes de despedirnos, abrimos un espacio de debate a partir de las impresiones de dos personas externas a la organización y al proceso de producción del maratón, que fueron Rosina Cazali y Luis Aceituno. Gracias a sus acertados comentarios, el debate fue intenso y, más allá de las previsibles discrepancias, entendemos que cada cual sacará de esta experiencia sus propias conclusiones personales, aunque algunas seguramente duelan más que otras. Ese es precisamente el reto, como decía mi maestro Carlos Muguiro: estar dispuestos a transformarnos a nosotros mismos al hacer nuestra película.

Espero que pronto haya otras organizaciones –o quizá las mismas– que dentro de un año, nos convoquen a una segunda edición de una experiencia similar.

Por último, sólo dar las gracias al CCE/G por todas las facilidades prestadas.

miércoles, 17 de junio de 2009

No les cuento precisamente historias de amor…


"En una calle de Chueca"de Arturo Bibang (2007)

Entre el tintineo de las tijeras, el zumbido de los secadores y el hilo musical de este establecimiento supuestamente elegante (tacipecería clásica en los mullidos sillones de salón, cortinaje de terciopelo rojo, espejos de óvalo con sobrios marcos de madera, tapices con motivos africanos… todo entre la vestustez y la decadencia), el peluquero me confiesa que le ha encantado “Historias de amor”, la exposición sobre diversidad sexual que se expone en el Espacioce! de Antigua Guatemala. Me pregunta cómo se tomaron en España lo del matrimonio homosexual y me dice que se alegra de que un evento público toque “su tema”.

Exacto era peluquero, para no romper con los arquetipos que dan soporte a los prejuicios, pero si de algo se trata con “Historias de amor” es de romper prejuicios, como los que llevan a que —¿casualidad?— esta muestra haya recibido una atención mediática considerablemente inferior a la que suelen recibir otras propuestas de Espacioce!, o a que justo antes de la inauguración alguien dejara en la salas una invitación intervenida. Sobre la palabra “Diversidad” un tachón negro. En su lugar el término “Perversión”.

Desde luego no es casualidad que al taller sobre ‘Diversidad Sexual en la cultura’ que se celebró el 15 y 16 de junio llegarán representates de las más diversas organizaciones y que además llegaran en abundancia. Concretamente el doble de los que se habían inscrito. Tampoco es casualidad que cuando se les negó la entrada (que si la seguridad, que si el aforo máximo permitido, que si no podemos recibir a un grupo tan amplio…) se atrincherarán al más puro estilo “no nos moverán”, porque no hay muchas ocasiones para que se hable de “su tema”. 

Xosé Manuel Buxán, ponente y artista participante en la muestra, parecía menos sorprendido que el personal del Centro de Formación por la gran afluencia de público. La experiencia le dice que, al final, el taller no se trataba realmente de arte ni de sociología ni de política ni de cultura sino de la oportunidad de hablar, de conocerse y de reconocerse, que no es poco.


La exposición está abierta al público del 13 de junio al 17 de julio.


martes, 16 de junio de 2009

... sobre el taller de Angélica Liddell

El sábado pasado nos reunimos en el Taller de Dirección que está dando Luis Carlos Pineda, y empezamos a charlar sobre el taller que dio Angélica sobre las sensaciones que nos habían quedado y sobre cómo nos había removido personal y teatralmente. Recuerdo algunas frases, como crear desde la necesidad, como trabajar con rigor para tratar de estar a la altura de lo que nos mueve a hacer teatro (“usar un cliché es faltarle el respeto al dolor”), sobre la necesidad de ser duros con nosotros mismos y con la necesidad de utilizar nuestra fuerza en una dirección concreta, real y a la vez poética. Recuerdo que Vladimir dijo algo hermoso, que fue que después del taller había vuelto a soñar como hacía años no soñaba. Y recuerdo también la mirada de Patri, esa madre de los talleres de los sábados que, como dijo Guicho, es la única que podía arbitrar este combate.

            Si yo tuviera que definir el taller que tuvimos con Angélica, usaría la palabra encuentro, o encuentro profundo, aunque el adjetivo suene solemne. Y uso la palabra encuentro porque siento que fue algo transformador tanto para Angélica como para nosotros mismos. Había una especie de necesidad oculta, subterránea, que salió a flote en el taller. Necesidad nuestra de conocer a Angélica y de ver cómo iba abriendo puertas que llevaban la creación en una dirección nueva (o tal vez anterior pero olvidada), y del otro lado, la necesidad de Angélica de conocer Guatemala, de conocer y reconocer la fuerza de esos jóvenes que hacen teatro desde la necesidad, tan alejados de la burocratización y la “egolatrización” de la escena española, donde pocos se mueven si no hay dinero de por medio. De ver cómo todos y cada uno de los participantes ponían, como dicen en Argentina, “toda la carne en el asador”. Angélica dice que odia el teatro y mi sensación es que, acá, se acercó un poco más a amarlo (o a volver a amarlo). Ella lo dijo en su blog: “En Guatemala está todo lo que me hace amar al teatro, en Argentina todo lo que me hace odiarlo”.

            Dicen que los guatemaltecos son de cristal, y habrá algo de cierto en eso, pero pocas veces vi que en un taller se criticara con tanta dureza a los participantes. Hay una deportividad que en Europa no existe, me dijo Angélica, que ojalá vuelva, como prometió, el año que viene a Guatemala. Acá la estaremos esperando. Como despedida, les dejo la despedida de ella, lo que escribió en el aeropuerto de Guatemala, y que está publicado en su blog (miputaperrera.blogspot.com): “Y pienso que yo vine desde Madrid hace una semana desposeída, desposeída de autoestima, desposeída de amor, humillada, en fin, desposeída, y he tenido que venir a encontrarme con los hijos y las hijas de la barbarie, con los hijos y las hijas de padres muertos, torturados, asesinados de forma espantosa, exiliados, perseguidos, también con los hijos y las hijas de la violencia, de la violencia real, de los barrios más pobres y brutales, también con los hijos y las hijas que le plantaron cara a padres indignos, y me encuentro con todo ese destrozo, con todo ese dolor que jamás podré describir, ni reproducir, y resulta que es esta gente la que me vuelve a poseer, y me lo da todo, y me vuelve a poseer, y me siento poseída por ellos, por todo el cariño que me han dado, me han dado todo eso que en mi casa me habían quitado, que en mi casa decían que era ridículo, voy poseída por el hermoso llanto de Carlos y eso no lo podréis ultrajar nunca, nunca, y voy poseída por ese llanto, y voy poseída por ese llanto, llena, y tantas otras cosas de las que no puedo dejar de escribir”.


Acá abajo, algunas de las frases que dejó el taller:

“La estética es el vehículo para expresar las ideas”

“Existe una fuerte e inseparable relación entre ética y estética”

“Belleza como acto de justicia”

“La transgresión es todo aquello que la gente no quiere escuchar. Es un acto de verdad, la revelación de conmociones espirituales”

“El escenario.. la escena, involucra sacrificio”

“Es importante ser sumamente críticos. Ser críticos. Ser críticos”

“El trabajo con el yo es la máxima rebeldía, es un acto de renuncia a lo masivo”

“¿Qué parte de mi misma quiero contar?, ¿qué parte del ser humano quiero contar? Hay que vincular estas dos preguntas para el trabajo”

“Hay que hacer teatro como si el teatro no se hubiera inventado para ser libres”

“La ira frente a la injusticia”

“El sufrimiento por amor” (en esto se basa el trabajo reciente de Angélica Liddell)

“La violencia poética es una lucha contra la violencia real”

“Hablar del dolor es una rebelión, hay todo un sistema intentando que ocultemos el dolor y el duelo”

“Trabajar por revelación y no por ocultación”

“La emoción convoca a la inteligencia. Hay que convertir las emociones en objeto estético”

“Elegir es la esencia de todo”

“Al pararnos en el escenario, tenemos una responsabilidad con el espectador”

“Hay que perder el pudor y la vergüenza”

“Las contradicciones son muy interesantes. Hay que solucionarlas siempre y vendrán nuevas contradicciones. La coherencia genera estupidez”

“Hay que reflexionar sobre la fuerza ¿Qué es para mi la fuerza?”

“Reflexión a su vez sobre la vulnerabilidad, la fragilidad, la debilidad…”

“Hay que encontrar las cosas que están conectadas y buscar las conexiones de las cosas que parecen no estarlo”

“El diario que se escriba en la semana, ha de conectar los sucesos…”

“Que no pierda fuerza el sentimiento al pasar al pensamiento y que no pierda fuerza la última idea, llevada al escenario”

“La insatisfacción convive con la palabra”

“Hay que escribir con la fuerza del hambre y de la indignación”

Artaud

“Lo poético es un estado de conmoción ocurrida a través de la experiencia estética”

“Arrancar el acto de rebelión contra la muerte a partir de ami autorretrato”

“Las pesas son para cuestionar la fuerza”

“Utilicémonos como objeto. Nuestro cuerpo como objeto, así como hemos utilizado las emociones y las ideas”

“Tensar el cuerpo a través del pensamiento”

“Autorretrato como medio de trabajo conmigo misma. Encararme a mi misma honestamente”

“No caigamos en los lugares comunes creyendo que con eso daremos intensidad. El grito, no es lo mismo que gritar”

“La intensidad no es el grito, es la desnudez”

“No hay que ilustrar lo que decimos ni tratar de subrayarlo. Si el esfuerzo es auténtico no necesita subrayarse con la palabra. No es necesario el énfasis”

“Desconfiamos del valor por la acción en sí misma. Tenemos que confiar en el valor de la acción, sin fingir… llegar mas allá… hasta donde caigo de verdad…”

“No es necesario llevar la acción por el camino de la actuación. No hace falta teatralizar lo que ya ES…”

“Es maravilloso cuando trabajamos con nuestra necesidad interior”

“Hay que confiar en la fuerza escénica sin la actuación”

“Buscar oposiciones en las acciones, sin reforzar ni apoyar ninguna lo vuelve más interesante. La contradicción. Hay que hacer que entren en conflicto estas dos acciones en vez de reforzar una”

“La reiteración con el afán de enfatizar se vuelve teatralizada. Lo importante es la intención”

“No interpretar”

“Trabajar con la necesidad de decir las cosas”

“Hay que sacudirnos al personaje, porque el personaje ensucia la acción escénica”

“Trabajar con la ficción como si no trabajaras con la ficción es de los propósitos más difíciles de lograr”

 

Marco Canale

Inmensos jóvenes de pie

Uno tiene en las manos un pequeño país,

horribles fechas,

muertos como cuchillos exigentes,

obispos venenosos,

inmensos jóvenes de pie

sin más edad que la esperanza”


es de Roque Dalton

(citado por Angélica Liddell en su blog: miputaperrera.blogspot.com)